El Everton, bajo la dirección de David Moyes, ha transitado una temporada de altibajos que lo mantiene en una posición intermedia de la tabla, reflejo de un rendimiento irregular tanto en resultados como en funcionamiento colectivo. El equipo ha sabido hacerse relativamente fuerte en casa, donde ha sumado la mayoría de sus puntos, aunque aún le cuesta mantener una regularidad que le permita dar un salto en la clasificación. En su compromiso más reciente cayó por 0-2 frente al Chelsea FC, un resultado que volvió a poner en evidencia sus limitaciones ofensivas y la dificultad para sostener el nivel ante rivales exigentes. Con un balance de goles muy ajustado, Everton necesita encontrar mayor eficacia en ataque y solidez en su juego para convertir sus buenas actuaciones aisladas en una racha más constante que le permita aspirar a posiciones más altas en el campeonato.
El Arsenal, bajo la conducción de Mikel Arteta, está firmando una temporada sobresaliente que lo mantiene en lo más alto de la Premier League, gracias a una combinación muy efectiva de regularidad, equilibrio y ambición competitiva. El equipo ha mostrado una clara superioridad tanto en el aspecto ofensivo, con una producción goleadora constante, como en el defensivo, donde se ha consolidado como uno de los conjuntos más sólidos del campeonato. Su reciente triunfo por 2-1 en casa frente al Wolverhampton reforzó su condición de favorito y evidenció su capacidad para resolver partidos exigentes. Además, su rendimiento como visitante ha sido igualmente confiable, lo que confirma que Arsenal no depende únicamente de su localía y se perfila como un candidato firme a mantener el liderato y pelear por los objetivos mayores de la temporada.
